El Arzobispado de Valencia y la Fundación Hortensia Herrero han firmado un acuerdo para acometer la restauración de las pinturas murales y esculturas de la nave central de la iglesia de San Pedro Mártir y San Nicolás Obispo. La Universitat Politècnica de València se encargará de llevar a cabo los trabajos, que suponen la conservación de uno de los bienes de mayor interés artístico y cultural de la Comunitat Valenciana. Será un equipo de especialistas del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, dirigidos por la catedrática Pilar Roig, quien llevará a cabo la intervención.
Los trabajos comenzaron hace meses con un estudio previo que analizaba el estado de conservación de los frescos y del resto de la ornamentación de la nave de la iglesia. En este documento, los especialistas hablaban de un “preocupante deterioro en todo su conjunto”. En concreto, “las pinturas, que datan de finales del siglo XVII, sufrían un oscurecimiento generalizado de toda la superficie, tenían parte de su policromía alterada, zonas blanquecinas y manchas irregulares”.
Para confirmar este diagnóstico, el equipo de restauradores ha llevado a cabo, además, una serie de pruebas de limpieza. Estas catas han permitido evaluar las posibilidades técnicas de las limpiezas y la eliminación de sedimientos (polvo, hollín y sales, principalmente). “Las conclusiones apuntan a que los trabajos serán complejos, graduales y selectivos”, señala el informe. En total, son más de 1.900 m2 de superficie pictórica distribuida en arcos, lunetos, pilastras, bóveda y atrio que presentan todo tipo de problemas: abolsamientos, pérdidas de cohesión, faltantes, repintes…
Propuesta de intervención
Con todo ello, el estudio propone una intervención centrada en cuatro procesos: la consolidación del soporte y del estrato pictórico (sellado de grietas y fisuras, micro-anclajes, aplicación de aglomerantes…); las limpiezas (eliminación de polvo, materiales adheridos, sales insolubles…); el tratamientos de lagunas y la reintegración estética (reconstrucción volumétrica en tallas y ángeles, reintegración de lagunas en pintura y estucos…), y los trabajos de apoyo (seguimiento y control de la restauración).
Casi 30 personas del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio de la UPV componen el equipo interdisciplinar que participará en este proyecto, cuyo presupuesto asciende a cerca de un millón de euros. Las obras darán comienzo en enero y la previsión es que se prolonguen durante aproximadamente 20 meses.
Junto al proceso de restauración pictórica se llevará a cabo el fortalecimiento arquitectónico del templo en los puntos de cubiertas, estructura y algunas partes de los exteriores de la iglesia. Estas obras, dirigidas por el arquitecto Carlos Campos, correrán a cargo de la empresa EMR (Estudio Métodos de la Restauración).
Ambas actuaciones suponen la segunda fase de una restauración general que arrancó en 2012, cuando se rehabilitaron las fachadas neogótica y la de la Capilla de la Comunión (de estilo barroco) y se restauraron las vidrieras del templo.
Uno de los iconos de la ciudad
La iglesia parroquial de San Pedro Mártir y San Nicolás Obispo, situada en la calle Caballeros de Valencia, es uno de los templos más emblemáticos de la ciudad. Presenta una estructura gótica del siglo XV con decoración barroca del siglo XVII. El edificio, que se construyó sobre una antigua mezquita musulmana, fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en el año 1981.
A lo largo de su historia, la iglesia de San Nicolás ha sido objeto de varias obras de restauración. Al menos, dos proyectos están documentados: en 1867 se llevó a cabo el repintado de los frescos (no se ha podido determinar si fue una actuación total o parcial) y en 1917, José Renau realizó una intervención sobre las pinturas.
Fundación Hortensia Herrero
La Fundación Hortensia Herrero impulsó el año pasado otras dos importantes actuaciones en la ciudad de Valencia: las rehabilitaciones de la iglesia de San Pedro Mártir y San Nicolás Obispo y la de la ermita de Santa Lucía. Además, hace unos meses anunció la restauración de la Virgen de los Desamparados y del Camarín de la Basílica.